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Doranys Villabona está pidiendo explicaciones a las autoridades de Salud de Santander porque el cuerpo de su progenitoria, de 81 años y quien falleció esta semana, fue cremado sin ninguna autorización y sin que se conociera si era portadora del COVID-19.
Se trata de la señora Angélica Chaparro de Villabona, quien falleció debido a varias afectaciones pulmonares, sin embargo, nunca se confirmó que tuviera el COVID-19 y aun así su cuerpo fue incinerado.
“Nosotros queremos que nos entreguen los resultados del examen de COVID-19, porque nosotros sabemos que ella no tenía eso, nosotros la teníamos bien cuidada, con todos los protocolos de seguridad. Ella vivía en una finca en las afueras de Rionegro, donde mi mami siempre se cuidó, igual que mi padre y además en Ríonegro no ha habido ningún contagio de COVID-19”, manifestó Doranys Villabona.
Los argumentos de la familia Angélica Chaparro, señalan que, como familiares, tenían derecho a realizar la cristiana sepultura de la señora y aunque comprenden que se está viviendo una emergencia sanitaria, querían decidir qué hacer con el cuerpo de su familiar.
“Uno queda con el dolor y aparte con la indignación e incertidumbre de que no se sabe qué pasó, nosotros pensamos que ellos no deben hacer eso, de tomarse como ese atrevimiento, ser abusivos, de coger un cuerpo y llevárselo, vulnerando nuestros derechos, nuestro dolor”, aseguró Doranys Villabona.
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