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El gremio de los restaurantes, Acodrés, recibió con mucho escepticismo el piloto de restaurantes a cielo abierto en Bogotá: dice que no resuelve los problemas del sector, discrimina a quienes no están en las zonas seleccionadas y genera inconvenientes adicionales ahora que comienza la temporada de lluvias en la ciudad.
La Alcaldía anunció el cierre de 100 calles de la ciudad de jueves a domingo para permitir la operación de restaurantes, pero no incluyó las plazoletas de comidas en los centros comerciales y tampoco se permitió la operación dentro de los locales.
"Nosotros creemos que a partir del 30 de agosto se va a presentar para la gastronomía una segunda ola de quiebra porque ya no resistimos más, se acabaron los capitales y no tenemos cómo sostener a nuestros empleados, así sea suspendidos entonces es un sentimiento de mucha desilusión" dijo el presidente de Acodres, Guillermo Henrique Gómez
En dos semanas se terminan las medidas especiales del Gobierno para la devolución de locales en arriendo pagando una parte de la penalidad y se acaba también la primera etapa del subsidio a la nómina.
El gobierno distrital aún está ultimando los detalles de las medidas y por el momento no ha divulgado con exactitud cuáles son las zonas que podrán participar de los pilotos
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