Tatucos, metralla y bombas molotov, el sonido con el que despiertan en Catatumbo

las Fuerzas Armadas.

De fondo está la crisis humanitaria que afecta a los habitantes del municipio de Tibú, por un desabastecimiento que los tiene desesperados, más aún cuando los diálogos del Gobierno y los líderes de la movilización han fracasado una y otra vez.

Las peticiones de los manifestantes, acusados por el Gobierno de estar infiltrados por grupos subversivos, tienen que ver con atención integral social, una zona de reserva campesina, la suspensión de la erradicación manual de cultivos ilícitos y terminar las concesiones minero energéticas a las multinacionales.

Las movilizaciones en la región del Catatumbo que se presentan desde el 10 de junio exigen mejores condiciones para esta zona de reserva campesina y la sustitución de cultivos ilícitos.