Se trata de Francisco Javier Montaño, Edwin Samuel Durán Colina y Alberto Alonso Jaramillo Ramírez, extraditables que están recluidos en la cárcel La Picota de Bogotá, quienes mediante una carta hecha a mano pidieron ser incluidos como voceros de paz.
Pero no fueron solo ellos quienes al finalizar la reunión anunciaron que se unirán a la paz desde las cárceles, porque las mujeres del pabellón de extraditables de la cárcel El Buen Pastor también anunciaron su llegada a esta iniciativa que, según el director del Inpec, se extenderá a muchos centros de reclusión del país.
Dentro de las quince personas que inicialmente fueron designados como gestores de paz, se sumaron los extraditables y alias ‘Macaco’, quien desde la cárcel de Itagüí envió una carta anunciando su llegada a la mesa. Además, aunque se reunieron distintos sectores armados en La Picota, desde paramilitares hasta exguerrilleros, aún es incierto el aporte que le harán a la paz total.
Las mesas, según comunicó el Gobierno, buscan ayudar a la reparación de las víctimas, en articulación con gestores de paz e intermediarios en la reconciliación con los grupos armados ilegales organizados que actualmente adelantan acercamientos con la administración nacional.
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