En la lucha antidrogas, Colombia sigue poniendo los muertos: opinión de Ricardo Ospina

La emboscada en límites entre Meta y Caquetá en la que murieron seis soldados profesionales y otros ocho uniformados resultaron heridos, es un golpe de realidad que muestra el creciente poderío criminal de las disidencias de las Farc.Según informes del Ejército y de la Fiscalía, hoy esos grupos armados organizados que están conformados principalmente por exguerrilleros que volvieron a delinquir, tienen más de 4.600 hombres, 2.600 de ellos en armas y otros dos mil que integran las redes de apoyo.Los soldados atacados estaban buscando a Rolan Arnulfo Torres, conocido como “Álvaro Boyaco”, tercer cabecilla de la Estructura 40 de las disidencias, en una zona dominada por alias “Gentil Duarte”, quien según dice el Ejército, está presionando a los campesinos para que impidan las tareas de erradicación de cultivos ilícitos.Sin duda el narcotráfico sigue siendo el combustible de la guerra en Colombia y por eso el interés de Gentil Duarte y de otros cabecillas de esos grupos armados al margen de la ley es evitar que avance la disminución de las hectáreas de hoja de coca cultivadas en el país.Precisamente, sobre este asunto, el presidente Iván Duque y la ONU dieron a conocer el más reciente informe de monitoreo sobre cultivos ilícitos y narcotráfico en Colombia, según el cual, en 2019 hubo una disminución del nueve por ciento en la totalidad de las hectáreas de cultivos de hoja de coca en el país, ubicando hoy en 154 mil hectáreas el total cultivado en el país.Vea aquí: Capturan a disidente de Farc que coordinó masacre en la que murió Karina GarcíaSe trata de la disminución más importante en los últimos siete años, pero siguen encendidas las alertas en Norte de Santander, en donde hubo un aumento importante y un aumento de 1,5 por ciento en producción de cocaína.Sigue el debate sobre el enfoque de la lucha antidrogas. En Colombia seguimos poniendo los muertos.Escuche la opinión y el análisis de Ricardo Ospina en Mañanas BLU: