La Plenaria del Senado aprobó la reforma constitucional al régimen de control fiscal, que pretende que se establezca un control preventivo y en tiempo real a la contratación, con miras a prevenir de manera rápida hechos de corrupción.
"Poder hacer un control preventivo, no previo. No queremos coadministrar o que sea vinculante, pero sí poder llegar a tiempo para que los colombianos puedan tener certeza de que va ha haber control de los recursos públicos en el país", dijo el contralor general, Carlos Felipe Córdoba.
El coordinador ponente, Roy Barreras, destacó las nuevas herramientas que tendrá el órgano de control, pese a que hubo aspectos que no lograron ser incluidos en la reforma.
"Habrá posibilidad de evitar el desangre. Es un proyecto contra la corrupción que le permitirá a la Contraloría prevenir con el nuevo control de advertencia. Es un control preventivo, como dicen las abuelas, es mejor prevenir que curar. Es mejor evitar el desangre que llegar a hacer la autopsia", explicó en senador.
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Durante el debate fue derrotada una proposición que pretendía que se eliminaran las contralorías regionales. Esta propuesta fue discutida ampliamente. Incluso el expresidente Álvaro Uribe se preguntó durante el debate "qué razón tiene dejar las territoriales".
La reforma le permitirá a la Contraloría aumentar su planta de personal, ante los requerimientos que tiene la entidad, según expuso el jefe de ese órgano de control.
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Además, aumentará los recursos de la entidad, los cuales pasarían de 500.000 millones a cerca de 800.000. Sin embargo, hubo reparos respecto a que ese aumento presupuestal sea incluido en la Constitución.
Los contralores territoriales seguirán siendo elegidos por las asambleas departamentales y concejos municipales.
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