La polémica continúa generándose en torno al anuncio de la Secretaría de Movilidad de Cali sobre la adquisición de equipos tecnológicos para medir la opacidad de los vidrios de algunos vehículos en la ciudad. El propósito es sancionar a quienes no cumplan con la normativa vigente que regula el polarizado en el país.
El Representante a la Cámara, Christian Garcés, a través de un documento enviado al alcalde de Cali, Alejandro Eder, y a Wilmer Tabares, secretario de movilidad, pide que se reconsidera la medida, ya que la mayoría de las personas que utilizan vidrio polarizado lo hacen debido a los altos índices de inseguridad que presenta la ciudad.
Consideramos inconveniente la medida de comprar los medidores para los vidrios polarizados de los vehículos y de esta manera comenzar la alcaldía de Cali a perseguir a los ciudadanos que usan estos polarizados oscuros como medio de protección de seguridad, no es un lujo
dijo Garcés.
En el mismo sentido, se refirió a delitos como el hurto, el homicidio e incluso la tasa de secuestros que, según el representante, han ido en aumento. Pide generar estrategias contundentes que permitan reducir los índices de criminalidad.
“Debemos focalizar los esfuerzos en mejorar la seguridad, la movilidad y el respeto hacia el tránsito, pero no desgastar a la alcaldía ahora en perseguir a las personas que usan sus vidrios para protegerse de tantos delincuentes. Esta decisión se discutió con el alcalde Armitage y se había dejado atrás”, añadió el representante a la cámara.
A esta solicitud también se unió el Senador Carlos Fernando Motoa, quien de manera contundente indicó que Cali hoy por hoy es una de las ciudades más inseguras del país, y que dichos controles pondrían en riesgo aún más a los habitantes.
“El polarizado es protección personal que evita que los delincuentes miren al interior de los vehículos. Es una medida de percepción de seguridad de la ciudadanía. No estoy de acuerdo con que la Alcaldía dedique esfuerzos adquiriendo equipos tecnológicos para medir el nivel de polarizados. Esos recursos deberían invertirse en fortalecer la Fuerza Pública”, explicó Motoa.
Los controles iniciarán una vez lleguen a la ciudad los equipos tecnológicos y, según la dependencia, en el parabrisas y los vidrios laterales delanteros la opacidad no puede superar el 30 %, mientras que en los vidrios traseros, la opacidad máxima es del 45 %.
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