La tarde del pasado domingo, habitantes del municipio de Sabanalarga, en el centro del Atlántico, se vieron sorprendidos por las ráfagas de vientos que trajo consigo el primer aguacero de agosto. Durante el vendaval dos mujeres resultaron heridas cuando la casa donde se encontraba se desplomó producto de las fuertes brisas.
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Los vientos arrasaron, además, con las cubiertas de otra veintena de casas de esta población, lugar en el que las autoridades continúan el censo para determinar con exactitud los daños y establecer el número de familias afectadas.
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"Hasta este momento hemos contabilizado una vivienda colapsada y cinco casas destechadas en el casco urbano de Sabanalarga. En el corregimiento de Aguada de Pablo también estamos atendiendo 16 casas que resultaron afectadas", reportó el comandante del Cuerpo de Bomberos de Sabanalarga, Carlos Mastrodoménico.
"Estas cifras pueden aumentar porque seguimos recibiendo reportes de otros barrios que no hemos visitado, lo importante es recordarle a la comunidad que amarren muy bien los techos para evitar más emergencias como estas", concluyó.
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Vea aquí más fotos de la emergencia:
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