Elizabeth Aguirre de 41 años, el pasado 12 de febrero, fue atacada con ácido por su expareja sentimental y padre de sus hijos. El aterrador caso se registró en Granada, Meta.
La mujer, tras salir del hospital vive una tragedia en medio de la crisis por la pandemia. Asegura estar en el olvido por parte de las entidades gubernamentales y no tiene para comprar sus medicamentos para continuar con el tratamiento.
En su cuerpo quedó el rastro de la demencial violencia: quemaduras de segundo y tercer grado en más del 60% de su humanidad.
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“Me siento totalmente abandonada”, dijo a BLU Radio.
Elizabeth denuncia no ha recibido ni siquiera acompañamiento psicológico.
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Además, no puede dormir por el miedo a sufrir un nuevo ataque.