La inteligencia artificial (IA) y otras tecnologías disruptivas están experimentando una evolución hacia un enfoque más humanizado, siendo más similares a las personas y fáciles de utilizar. Es decir que a medida que estas tecnologías orientadas al ser humano se vuelven más avanzadas, la interacción con ellas es más sencilla, según detalla el más reciente informe de Accenture Technology Vision 2024.
El informe se explora cómo, después de años de innovación exponencial, la tecnología, especialmente la inteligencia artificial generativa, se está volviendo más humana en su naturaleza. A medida que la tecnología se enfoca más en el ser humano, potencia capacidades mucho mayores, permitiendo a las personas ampliar su potencial y reinventar los negocios.
Hoy en día, la IA generativa tiene el potencial de impactar el 44 % de todas las horas de trabajo en todas las industrias. Además, podría mejorar la productividad en 900 tipos diferentes de puestos de trabajo y crear entre 6 y 8 billones de dólares en valor económico mundial.
Cuatro tendencias claves que identifica el informe
- Un mundo combinado con IA: se remodela la relación con el conocimiento, dando lugar a un mundo donde los datos se reorganizan para facilitar el razonamiento humano. Esto incluye respuestas personalizadas en lugar de búsquedas extensas en motores, permitiendo una síntesis de información.
- Nuevos ecosistemas para la IA: se imagina un mundo donde los agentes potenciados por la IA trabajan en nombre de las personas y forman parte de un ecosistema interconectado. Estos agentes automatizados ayudan, asesoran y toman decisiones en nombre de los usuarios, generando un inmenso valor para las empresas.
- Crear valor en nuevas realidades: se buscan nuevas formas de interacción personal mediante entornos 3D creados con tecnologías como computación espacial, metaverso, gemelos digitales y AR/VR, fusionando mundos digital y físico.
- Interacción hombre-máquina: se plantea una nueva interfaz humana utilizando tecnologías integradas, como dispositivos portátiles con IA, neurotecnología de detección cerebral y seguimiento ocular y de movimiento. Esto permite comprender mejor a las personas y mejorar la interacción hombre-máquina.
Estas tendencias señalan un futuro donde la tecnología se vuelve más accesible, centrada en las personas y capaz de transformar fundamentalmente la forma en que vivimos y trabajamos.
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