La inteligencia artificial (IA) es un arma de doble filo que entraña tanto oportunidades como peligros, por lo que "hay que buscar un equilibro a su regulación para que no sofoque la innovación", indicó este jueves la directora general de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), Doreen Bogdan-Martin.
En una rueda de prensa para presentar los objetivos de la centenaria organización en este año, la estadounidense reconoció que la IA generativa y otras tecnologías emergentes "pueden erosionar la confianza" en las elecciones y las instituciones; "y amenazar nuestros salarios y nuestra privacidad", incidió.
Al mismo tiempo, "tiene posibilidades para impulsar progresos en cuestiones como la educación, la lucha contra la pobreza y el cambio climático, la salud y muchos objetivos de desarrollo sostenible".
La UIT, nacida en 1865 para facilitar la conexión internacional de los telégrafos, ha ido asumiendo la regulación de sucesivas herramientas de comunicaciones en el último siglo y medio (teléfono, radio, televisión, satélites) y ahora estudia con agencias nacionales cómo hacer lo mismo con la IA, entre otras innovaciones.
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"Hemos debatido su uso en cuidado sanitario, conducción autónoma, gestión de desastres, agricultura (...) y tenemos que fijarnos en cuestiones como su transparencia o la delimitación de responsabilidades", indicó.
La UIT acoge cada año en Ginebra la cumbre "AI For Good", con el doble significado de "inteligencia artificial para el bien" o "para siempre", y en ellas convoca a los principales reguladores digitales del mundo para lograr consensos en esta materia, recordó la estadounidense.
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Bogdan-Martin subrayó también la necesidad de regular los sesgos de género que se han detectado en muchos sistemas de inteligencia artificial: "De los más de 130 que hemos analizado se han observado de forma significativa estos sesgos en un 40 % de ellos", alertó.
En vísperas del Día Internacional de la Mujer, la primera secretaria general de la UIT en 159 años de historia de la organización subrayó también la necesidad de enfrentar la brecha en el acceso de las mujeres a internet, que a nivel mundial es un 20 % menor al de los hombres.
En general, recordó, 2.600 millones de personas en el mundo, casi un tercio del total global, aún están fuera de la red de redes, y lograr que se universalice la conexión a internet es, en su opinión, "uno de los grandes desafíos de las generaciones actuales".
En su reciente visita al Mobile World Congress de Barcelona, la secretaria general anunció compromisos de la comunidad internacional para invertir 9.000 millones de dólares en el programa de la UIT para universalizar las conexiones a internet.
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Ello elevan el total recaudado para este plan a 46.000 millones de dólares, casi la mitad de los 100.000 millones que la organización considera son necesarios.
Bogdan-Martin alertó por otro lado sobre el aumento de los ciberataques a nivel global, que crecen hasta un 80 % año a año, hasta el punto que actualmente se registran unos 2.200 a diario: "cada uno de ellos se debe tomar muy en serio", aseguró.
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