-Sea fiel a su palabra: no prometa nada que no pueda cumplir. Hable menos y actúe más.
-Ofrezca soluciones y no problemas: Nunca le diga el jefe la célebre frase, “ese no es mi problema”. Busque alternativas para lograr los resultados requeridos.
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-Tener en mente los objetivos del jefe: Es muy importante conocer el enfoque del jefe e ir en la dirección que él quiere, sin descuidar los objetivos propios.
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-Ponerse en la piel del jefe: hay que entender la mejor manera de abordar al jefe, algunos son visuales otros auditivos, acertijo, etc.
-No le oculte cosas al jefe: por supuesto no hay que contarle absolutamente todo, pero lo importante es que este informado de lo que está pasando, especialmente en lo referente a lo laboral.No pierda de vista el mundo real: Un empleado que esté al tanto de lo que está sucediendo va a ser mucho más proactivo con diferentes proyectos.
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-Ir contento a trabajar: Nadie quiere a un empleado aburrido que se queje a toda hora.