¿Es Colombia un país de abogados?

El mito que existe, que Colombia es un país de abogados, es el tema que en Blu Al Derecho nos explica Juan David Gutiérrez abogado y estudiante de doctorado en Políticas Públicas en la Universidad de Oxford (Inglaterra). Lo anterior, teniendo en cuenta la situación de los juristas en el país, referente a una sobrepoblación, si hay muchos o si no, las faltas y errores comunes que cometen. El estudio realizado por este investigador, se expuso en el pasado Congreso Internacional de Derecho Procesal en Pereira, el experto nos explica que el número de facultades de derecho en Colombia son muchas y que comparados con Japón y Francia que tiene 100 abogados por cada 100 mil habitantes, en nuestro país por cada 100 mil habitantes hay 437 personas registradas para ejercer el ejercicio como abogados. “Hay muchos abogados, no es un mito en Colombia hay 260 mil personas registradas como abogadas con tarjeta profesional, hay 437 abogados por cada 100 mil habitantes”, comentó el experto. También nos comentó que actualmente hay 100 mil estudiantes de derecho y no menos del 70 por ciento se graduarán. “Hay casi 150 instituciones que ofrecen la carrera de derecho en las universidades de país”, afirmó Gutiérrez. Asimismo el jurista dijo: “Por una parte es muy positivo que por la cobertura en educación muchos departamentos en Colombia casi todos pueden ofrecer programas de derecho, el problema es que la mayoría están concentradas en poca zonas, en Bogotá, Antioquia, Valle y Santander; y las zonas del país donde hay más necesidades jurídicas no satisfechas, no cuentan con abogados”. Esta sobrepoblación de abogados en nuestro país podría traer consecuencias, según el investigador. “El abogado tiene la capacidad de generar necesidades jurídicas, y cuando no encuentra empleo empieza a relegar sus estándares éticos, empieza a recomendar cosas que no hubiera recomendado, propone litigios en ocasiones temerarios o justificar unos honorarios más grandes”, declaró Medina. Finalmente, dijo que era necesario pensar en un control para ejercer la profesión, como en realizar un examen de ingreso y quizás promover otras profesiones que motiven a aumentar el número de profesionales en áreas que lo requieren.