El paso de ‘Otoniel’ y otros jefes del Clan del Golfo por otras estructuras armadas se remonta a los años 80, cuando fue, según Mario Agudelo, reclutado en un corregimiento de Turbo por la guerrilla del EPL.
De acuerdo con el relato del exalcalde de Apartadó, quien lo conoce desde que fueron militantes del EPL, una vez desmovilizado ese grupo armado, Dairo Antonio Úsuga (‘Otoniel’) junto con su hermano, se unió a las disidencias que dejó ese proceso y poco después se sumó a las filas de uno de los frentes de las Farc en el norte de Urabá.
Sin embargo, su lucha armada da un giro, cuando al tener diferencias dentro de las Farc, deciden pasar al bando paramilitar.
“Fue un proceso insospechado, en 1995 tienen inconvenientes con la guerrilla y al final resultan enfrentados. A raíz de esto se repliegan al occidente antioqueño y buscan acercamientos con Carlos Castaño con la intención de vincularse a estas estructuras”, explica Agudelo.
Nuevamente, cuando se desmovilizan los paramilitares, ‘Otoniel’ y otros mandos medios no se acogen y se rearman, conformando grupos como el ‘Clan Úsuga’, que actualmente tiene el nombre de ‘Clan del Golfo’.
“Como no se consolidó desmovilización, algunos mandos medios empiezan a rearmarse por orden de Vicente Castaño, en caso de Urabá se reactivan bajo órdenes de Don Mario”, asegura Mario Agudelo.
Por el paso de estos ‘Otoniel’ y otros cabecillas por varias estructuras con cambios en su discurso, el exalcalde afirma que hoy se comportan como una estructura criminal sin bases políticas.
“Ellos han venido utilizando etiquetas con el ánimo de ganar reconocimiento de actor del conflicto armado, por eso se denominan Autodefensas Gaitanistas de Colombia, su actividad es fundamentalmente dirigida al narcotráfico y rentas ilegales”, concluye.
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