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Se siembran dudas sobre la entrada de operación de Hidroituango, luego de que se conoció que EPM adjudicó una nueva licitación para comprar energía a un tercero en busca de respaldar el suministro prometido por el megaproyecto en 2023.
Este proceso licitatorio fue abierto el 17 de febrero de este año y se adjudicó en marzo a varios agentes del mercado con el objetivo de "adquirir respaldo de las Obligaciones de Energía en Firme del proyecto hidroeléctrico Ituango, mediante el Mercado Secundario de Energía Firme del Cargo por Confiabilidad y Demanda Desconectable Voluntaria (DDV)" para el suministro de diciembre de 2022 a noviembre de 2023.
Luego de la contingencia de Hidroituango en 2018, EPM comenzó desde 2019 una serie de estas compras de energía para responder por sus compromisos, es decir, otra empresa suministra a la compañía esta electricidad que hoy no puede entregar el proyecto porque, ante los retrasos, su puesta en marcha sería en junio de 2022.
Hasta ahí, todo es entendible, pero ¿por qué nuevamente buscó respaldar la energía en firme de Hidroituango si para esa fecha ya debería estar en operación?
Para el diputado de Antioquia, Luis Peláez, esta licitación demuestra que no hay certezas de los cronogramas de funcionamiento de la hidroeléctrica como se ha anunciado.
"La pregunta es por qué están haciendo esta compra de energía a 2023. Uno puede decir es que puede haber un retraso de obras de dos meses o seis meses, pero un retraso ya de año y medio me parece algo muy complicado y no han dado las explicaciones", añadió el diputado.
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EPM respondió a BLU Radio que efectivamente se busca respaldar a Hidroituango porque, según lo estimado en el cronograma de operación de la futura central, si bien se tiene previsto que las dos primeras unidades de generación de energía entren a operar en el segundo semestre de 2022, las dos siguientes (que deben aportar 600 megavatios de energía) se encenderían en 2023 y posterior al inicio de la segunda obligación de energía (pactado desde el 1 de diciembre de 2022), por lo que "fue necesario realizar estas compras de respaldo de energía firme a través de un proceso público, que tuvo adjudicación a varios agentes del mercado en marzo de 2021".
Lo cierto también es que la misma Superintendencia de Servicios ha advertido que los tiempos del cronograma de Hidroituango solo tienen un margen de dos meses, por lo que cualquier eventualidad generaría un retraso en la entrada en operación prevista.
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