"No más 'capunías'", editorial de Ana Cristina Restrepo

Este es el Editorial de Ana Cristina: 

"¿Qué tal si la oficina principal de la Secretaría de Equidad de Género para la mujeres fuera ocupada por un hombre? Sin duda algunas, existen hombres muy solidarios con las mujeres y hasta feministas, pero este tipo de cargos de representación de minorías políticas ostentan un componente simbólico fundamental…

Así como la Secretaría para la Equidad de Género para las mujeres debe ser ocupada por una mujer, la Gerencia indígena debe estar a cargo de un indígena.

Se calcula que Antioquia está habitada por aproximadamente 37.338 indígenas. El 49% de esa cifra es femenino: es decir, en Antioquia hay 16.527 mujeres indígenas. El 51% es masculino: nuestro departamento está poblado por 17.184 hombres indígenas.

En Antioquia existen 160 comunidades rurales, en 32 municipios. 21 cuentan con resguardos o territorios indígenas legalmente reconocidos y propios. La mayoría de los resguardos están localizados en las subregiones de Urabá, occidente, suroeste, nordeste y Bajo Cauca.

En Antioquia, las áreas de resguardo indígena llegan a 350.000 hectáreas, que representan un 5.5% del total del territorio departamental.

De acuerdo con los Indicadores de pobreza indígena de Jonathan Rensahaw y Natalia Wray, citados en el Plan de Desarrollo de la actual Gobernación de Antioquia: “Las condiciones de marginalidad y pobreza presentes en las comunidades indígenas son las más altas del Departamento, con indicadores de Necesidades Básicas Insatisfechas superiores al 90 %, que se agravan por diversos factores de exclusión”.

Una de las formas esenciales de participación política de los indígenas es la Gerencia indígena de la Gobernación de Antioquia, diseñada para contribuir a “la protección y garantía de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas de Antioquia”.

Según el informe “Realizar memoria, visión de desarrollo 2025 para Pueblos indígenas”: “El desafío para los pueblos indígenas, sobre todo en el contexto del ordenamiento jurídico que se desprende del Decreto 1953 de 2014, es poder avanzar en el desarrollo de una institucionalidad gubernamental que no se confunda con la administración de los subsidios que el Estado transfiere”.

La participación política de los indígenas no se puede reducir a una administración, no se puede concebir solo como manejo de dinero.

“Capunía” es el nombre que los indígenas nos dan a las personas no-indígenas. No hablemos de blancos, porque en Antioquia las únicas blancas son las nubes. Somos puros… mestizos, somos una mezcla ancestral.

A los “capunías” nos corresponde cuidar, acompañar, asesorar, ser parte de la Gerencia indígena. A su vez, la Gerencia indígena tiene que permanecer vigilada y controlada por los entes encargados, al margen del origen étnico de quien ejerza el cargo de supervisión.

Lo cierto es que un “capunía” no debería ocupar el cargo central de la Gerencia indígena. La representación política no sólo es administrativa sino simbólica. El o la encargada de la Gerencia indígena debe ser un indígena".