Este es el Editorial de Ana Cristina:
En este momento que vive Colombia, todas las preguntas son válidas y respetables. A veces, pareciera que las respuestas son obvias, pero no es así.
Cada vez es más común oír dudas sobre los desplazados internos. ¿Por qué las personas desplazadas merecen atención especial de algunas agencias del Gobierno y, a veces, de organismos internacionales?
Un desplazado interno no es lo mismo que un refugiado. El refugiado es alguien que ha podido cruzar las fronteras internacionales en busca de seguridad y protección.
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Los desplazados internos permanecen dentro de su propio país. Dice la Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados, Acnur, que los desplazados internos “pueden ser obligados a huir por las mismas razones de los refugiados (conflicto armado, violencia generalizada, violaciones de los derechos humanos), con la diferencia de que los desplazados internos permanecen bajo la protección de su gobierno, aun en los casos en que el mismo gobierno se convierte en una de las causas de su huida”.
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La Acnur califica a los desplazados internos entre “las personas más vulnerables del mundo”.
De acuerdo con las estadísticas del Observatorio sobre el Desplazamiento Interno del Consejo Noruego para Refugiados, a finales de 2015, en todo el mundo, los conflictos armados dejaron 40,8 millones de personas desplazadas internamente. Estamos hablando de 2,8 millones más de desplazados internos que en 2014. El 53% de esas personas se encuentra concentrado en cinco países: Siria, Colombia, Irak, Sudán y Yemen.
Entre el primero de diciembre de 1997 y el primero de diciembre de 2013, en Colombia fueron registradas oficialmente 5.185.406 personas desplazadas internas con un impacto desproporcionado en las poblaciones indígena y afro.
La mayoría de los desplazados internos es forzada a moverse de zonas rurales a centros urbanos. Los desplazamientos intra-urbanos también están en aumento puesto que el 51% de los desplazados internos reside en las 25 ciudades principales de Colombia.
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Los desastres naturales también dejan desplazados internos. Por ejemplo, el tsunami en el Océano Índico, en el año 2004; el terremoto en Nepal, en el año 2014; o el de Ecuador, en el año 2015.
Los desplazados internos conservan todos los derechos que tiene cualquier ciudadano, además de la protección derivada del derecho internacional y del derecho internacional humanitario.
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A los desplazados internos, el Estado NO les otorga privilegios, sino que los repara, les restaura los derechos ciudadanos que alguna vez les fueron vulnerados dentro del territorio nacional".
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