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Luego de la resolución 0264 del 22 de febrero de 2018, en la que el Ministerio de Ambiente resolvió que a partir de ese momento la realinderación o recategorización de las reservas forestales, quedaba en manos de las Corporaciones Autónomas Regionales de cada territorio, el alcalde de Bogotá decidió presentar un proyecto a la CAR de Cundinamarca para expandir el área total de la reserva y utilizar algunas hectáreas con el fin de materializar el proyecto de vías para descongestionar el tráfico hacia el norte de la capital.
La decisión final la tomará la junta directiva de la CAR, un órgano colegiado compuesto por 16 miembros, entre los que se encuentra el propio alcalde. Además, también están presentes el gobernador de Boyacá, un alcalde de un municipio de ese departamento, el gobernador de Cundinamarca y dos alcaldes de la región, delegados del presidente Santos, y expertos en medio ambiente y ecología.
Con más de ocho votos a favor o en contra se decidirá el futuro de la reserva y el plan que propuso la administración de Bogotá.
La construcción de diferentes corredores viales en el norte de Bogotá, se convierten desde este momento en un debate que es puesto en la mesa por la propuesta que para el Gobierno distrital es uno de los pilares en la radicación del proyecto de la reserva Thomas Van Der Hammen, que en las últimas horas quedó en manos de las autoridades para que sea aprobado y empiece a materializarse.
En el papel, se conectarían proyectos viales planificados como la doble calzada desde la 170 hasta Cota, la Avenida Boyacá hacia Chía con la unión de la Autopista Cajicá - Zipaquirá, la ALO como forma de manejo logístico de la región y entre otras, la avenida novena.
Sin embargo, esta propuesta es la que deja dudas en opositores de la reserva, quienes manifiestan que sería un atropello a la naturaleza y las zonas ambientales de la reserva.
El gobierno de Peñalosa se defiende y asegura que a través de la restauración de 1.104 hectáreas de zonas ambientales equivale a diez veces el Parque Simón Bolívar, que estarían rodeadas de vegetación, agua y escenarios de divertimento de niños y adultos.
A su vez, se indicó que el proyecto contempla la conexión del Cerro del Majuy, y el Páramo de Sumapaz con Guerrero, y sería financiado por dueños de los predios sin incurrir en gastos públicos.
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Sin embargo, la discusión persiste en el hecho de una posible conexión con el proyecto Lagos de Torca, a lo que el Distrito señala que no habrá interferencia.
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