El pasado 30 de diciembre en la avenida Boyacá con calle 106 en el norte de Bogotá, hombres en moto atacaron con arma de fuego la camioneta donde se movilizaba la familia Rojas y acabaron con la vida del pequeño Jake Anthony Rojas, de 7 años de edad.
"Lo único que queríamos era disfrutar el fin de año con familia que tengo y sobre la 100 con Boyacá en Bogotá sicarios en moto nos dispararon y le impactaron seis u ocho proyectiles, uno de los cuales impactó la cabeza de mi bebé", relató John Fredy Rojas, papá del niño asesinado.
Después del fuerte suceso que ocurrió en Bogotá, la vida en adelante le cambió por completo a la familia Rojas, así lo aseguró la madre del menor, Ana León.
"Mi bebé apenas tenía siete años. Estaba en primero, apenas estaba mudando sus dientes y aprendiendo a leer. Ha sido muy duro", explicó.
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A pesar de la recompensa que ofreció el Distrito de 20 millones de pesos por información sobre los sicarios que asesinaron al menor en Bogotá, las investigaciones aún han dado resultados.
"A el fiscal general, el fiscal seccional, quienes tienen hijos, esto es un llamado de papá a papá a que esto no pase a que la muerte de mi bebé no quede en la impunidad", afirmó el padre del menor.
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Fuentes cercanas a la investigación aseguran que ya hay una hipótesis que cobra fuerza, donde ya hay varios sospechosos identificados que estaría detrás del asesinato. Sin embargo, por tratarse de un menor de edad, se mantiene en completa reserva bajo el liderazgo de la unidad de vida élite de homicidios de la Fiscalía.
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