El pasado domingo se conmemoró el primer año del atentado del ELN a la Estación de Policías del barrio San José en Barranquilla.
Un mural en la pared, donde estalló el artefacto, fue el escenario en el que alrededor de 200 personas honraron la memoria de los agentes de la estación.
Flores debajo del mural y seis camisetas con las fotografías y los nombres de los agentes, fueron colgadas en el patio donde se reunieron los uniformados, minutos antes de las dos detonaciones aquel 27 de enero de 2018.
Junto a los dibujos de los patrulleros, sus familiares recordaron con nostalgia el transcurrir de sus vidas después de un año de la tragedia.
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El arzobispo de Barranquilla, Moseñor Pablo Emiro Salas, quien presidió la eucaristía en homenaje a las víctimas del atentado en la Estación de Policía San José, hizo un llamado a la comunidad pidiendo respaldo para los niños y familiares de los uniformados.
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En medio del homenaje, familiares de las víctimas y sobrevivientes del ataque del ELN en la estación San José denunciaron negligencia y otras irregularidades en los procesos de reparación.
Este fue el caso de los familiares de los patrulleros Willy Rhenals y Jossimar Márquez Navarro, quienes denunciaron que no han recibido acompañamiento psicológico por parte de la Policía Nacional luego de la tragedia. Además, manifestaron su inconformidad por las pensiones y las afiliaciones al sistema de salud.
Frente a estas denuncias, la Policía Metropolitana de Barranquilla precisó que ya se han estudiado los casos y que actualmente, se encuentran en las instancias judiciales pertinentes. Al respecto, el coronel Engelber Grijalba.
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