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El próximo martes vence el plazo para que cerca de 200 migrantes venezolanos despejen el espacio público invadido entre las avenidas Murillo y Circunvalar.
Por este motivo, mujeres, niños y adultos que viven en la calle y no tienen un albergue al cual acudir, tendrán que abandonar el espacio público.
Durante el fin de semana, al menos 20 personas decidieron abandonar las zonas verdes ubicadas a un costado del puente de la Avenida Murillo, atendiendo la orden de desalojo que impartieron las autoridades de Barranquilla la semana pasada.
De acuerdo con el censo realizado por la fundación Papa Trovador, organización que atiende a población Migrante y a habitantes en situación de calle,en este sector hay 102 niños entre 6 meses a 13 años y 36 adultos mayores.
Lea también: ¿Se les paga menos a los venezolanos por el mismo trabajo que hacen los colombianos?Pedro Giraldo, presidente de la fundación, aseguró que es necesaria una intervención humanitaria.
La idea es que el desalojo se siga cumpliendo de manera pacífica y evitar confrontaciones con la fuerza pública, la cual hará presencia en el lugar la mañana de este martes para recuperar de un todo el espacio público.
El secretario de Control Urbano del Distrito, Henry Cáceres, el objetivo también es acabar con focos de drogadicción y explotación infantil que allí se estarían generando.
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Frente a esto, el personero del Distrito, Jaime Sanjuan, afirmó que las diferentes secretarías estudiarán donde podrán ser reubicadas estas familias y que aseguró que continuarán haciéndoles acompañamiento.
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