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Entre el 29 de abril y el 15 de mayo el índice de positividad de COVID-19 en Barranquilla mostró un descenso del 36% al 20%; sin embargo, la Secretaría de Salud del Distrito ahora espera que en la segunda mitad de mayo se haga visible una nueva ola de contagios como consecuencia de las protestas.
El secretario de Salud, Humberto Mendoza, aseguró que las víctimas serían los familiares de los jóvenes que han podido infectarse durante las manifestaciones y, sin saber que son asintomáticos, estarían llevando el virus a casa.
"Lo que estamos esperando es que entre el 15 y el 30 de mayo se dé esa ola de contagios entre padres, tíos y abuelos de estos jóvenes (manifestantes), una población que sí tiene comorbilidades como sobrepeso, obesidad, enfermedad renal o cardíaca, y ahí sí se vería el desenlace", manifestó Mendoza.
Aunque Atlántico pasó a alerta naranja, en Barranquilla se mantiene la alerta roja hospitalaria con una ocupación de UCI del 76%.
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