Con expectativa y ambición, así se encuentran las víctimas del ELN en Cali a lo que podría ser, quizás, la oportunidad más esperada para que este grupo armado declare un cese al fuego y a sus actividades en una mesa de diálogo que inicia el 21 de noviembre en Caracas, Venezuela.
El 30 de mayo de 1999 más de 170 feligreses de la Iglesia La María, ubicada en el sector de Pance, al sur de Cali, fueron secuestrados por un frente del ELN cuando participaban de la misa dominical.
Isabela Vernaza, una de las secuestradas en el templo, 23 años después asegura que no ha recibido llamadas del Gobierno, a pesar de que ha hecho múltiples solicitudes para que las víctimas sean tenidas en cuenta para temas de reparación, justicia y verdad desde el inicio de estos diálogos de paz.
"He utilizado demasiados espacios para comunicarnos con el ELN, sin embargo, los llamados han sido en vano porque nunca hemos tenido una respuesta clara ante todas las preguntas que tenemos como víctimas acerca de lo que pasó durante el secuestro de los feligreses de La María", aseguró Vernaza.
A Isabela Vernaza se suman otros ciudadanos que fueron secuestrados por el ELN. El sacerdote Jorge Humberto Cadavid era el párroco de la Iglesia La María dice que esta es una gran oportunidad de paz para el ELN y pide participación para las víctimas.
"¿Cómo se sanan las heridas de un enfermo si no se tratan? Las víctimas tenemos que participar dentro de este proceso que quizás sea el último donde se pueda buscar una salida hacia la paz. Tenemos la experiencia del diálogo y la negociación que llevó a la desmovilización de las Farc, entonces es el mejor momento donde se pueden incluir a todos los actores de este conflicto", sostuvo el sacerdote.
En Cali también el ELN secuestró, en septiembre del año 2000, más de 60 personas que estaba en dos restaurantes del kilómetro 18.
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