Un alivio a la crisis alimentaria que se vive en Venezuela encuentran los inmigrantes de ese país que desde mediados del año pasado empezaron a llegar a Bucaramanga.
Todos los días hacen fila desde las 9:00 de la mañana frente a la Posada del Peregrino donde les venden almuerzos balanceados en 500 pesos, incluso mejores que los populares ‘corrientazos’.
La obra social que nació hace 28 años para asistir a los habitantes de calle de Bucaramanga atiende hoy en su mayoría a más venezolanos que colombianos, explicó el voluntario de la Posada del Peregrino, Gustavo Rey.
Además, informó que por primera vez desde 1990, la Posada del Peregrino no suspendió actividades en Navidad y Año Nuevo, gracias a que el sacerdote venezolano Sergio Suárez, que hacía servicio pastoral por unos días en Bucaramanga, decidió quedarse y ponerse al frente de la atención de sus connacionales en esta temporada.
Al respecto el padre Sergio Suárez aseguró que cada día es mayor el número de venezolanos que llega a Bucaramanga y que acuden a la Posada del Peregrino a recibir almuerzos balanceados por el que pagan 500 pesos.
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