Carta con la que Transmilenio defendió compra de buses con diesel hace varios meses

Desde que inició el proceso de licitación para la nueva flota de buses del transporte público masivo de Bogotá, TransMilenio aceptó la propuesta de una empresa que ofreció buses eléctricos. Sin embargo, hace siete meses la entidad tenía lista una serie de argumentos para comprar buses con diesel.

La gerente general de TransMilenio, María Consuelo Araujo, hizo llegar a BLU Radio una respuesta para la petición que el exministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, le hizo al alcalde Enrique Peñalosa en la que le ofreció acompañamiento para lograr la adquisición de la nueva flota que, en concepto de la cartera, debía ser 100 %, o en su mayoría, con tecnologías cero emisiones; algo que no sucedió.

Araujo le contestó a Murillo que la normativa nacional establecía que lo que estaba permitido era buses con tecnología Euro IV y que, una resolución de la Alcaldía había elevado los estándares del Gobierno Nacional fijando la norma en Euro V.

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La mayor parte de los más de 1.300 buses que fueron adquiridos para los próximos 10 años son Euro V que, aunque la normatividad colombiana los permite, están prohibidos en varias ciudades de Europa porque la Organización Mundial de la Salud ha argumentado que sus emisiones son cancerígenas.

En la carta, Araujo le escribió al entonces ministro Murillo que “la normativa nacional exige como mínimo niveles de emisión equivalentes a los establecidos en el estándar de emisión Euro IV, mientras que la normatividad distrital exige como mínimo niveles de emisión equivalentes a los establecidos en el estándar de emisión Euro V. En ese sentido, las licitaciones dan cumplimiento de la normativa distrital, siendo esta la más exigente”.

Más adelante, la gerente de TransMilenio explicó

“De esta manera exigir un mínimo de estándar de emisión Euro VI implicaría que la flota de buses articulados fuera renovada en su totalidad de Gas Natural Vehicular o electricidad. De conformidad con ese mismo estudio de mercado, ni los fabricantes de vehículos con GNV cuentan con la capacidad de producción de flota en los tiempos y dimensiones requeridas para el sistema”, dijo Araujo.

En el apartado, Araujo argumentó que Bogotá no estaba preparada para la transición a Gas Natural Vehicular, ni a buses eléctricos.

En ese sentido, la polémica resultó cuando TransMilenio aceptó la oferta de la firma BYD, aun mientras los argumentos presentados ya verificaban que no se iba aceptar la misma; propuesta que tenía en su presupuesto el uso de buses eléctricos.

Con base en el documento enviado por la propia gerente queda la pregunta de si Araujo consideraba que la adjudicación podría ser favorable a las empresas que ofrecieron tecnologías diésel Euro V, antes de decidir la licitación.

Finalmente, Araujo afirmó que la meta de la reducción de un 20% de los gases efecto invernadero para el 2030 establecida en el Acuerdo de París, es una meta de carácter nacional y no solo de Bogotá.

Explicó que debido a que los buses actualmente en circulación son tecnologías Euro II y Euro III, con la operación de los nuevos buses se dejarían de emitir 9,87 toneladas al año de material particulado.

Sin embargo, esto no significa que se detenga la contaminación, ni los riesgos para la salud.

Este es la respuesta completa de la gerente de TransMilenio: