La campaña de desarme fue liderada por la Policía y se realizó este lunes en la vía que de Bucaramanga comunica a Lebrija en Santander.
Debido a la preocupación de las autoridades por el porte ilegal de armas en zonas rurales del área metropolitana, ejecutaron un plan en el que, de manera voluntaria, los campesinos del sector se desarmaran.
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La iniciativa busca contrarrestar la intolerancia, incentivando e invitando a la comunidad a desestimular la violencia y promover principios, además de valores para fortalecer la convivencia ciudadana y prevenir homicidios.
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Los habitantes, de esa zona, entregaron 40 armas de fuego ilegales y las cambiaron por productos para la canasta familiar.
Por su parte, las autoridades hicieron un llamado a los ciudadanos a que entreguen voluntariamente cualquier tipo de arma para disminuir índices de violencia e intolerancia.
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