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El francés Nicolas Prodhomme (Decathlon Ag2r La Mondiale) estrenó su palmarés en las 'grandes' con un triunfo en solitario en la decimonovena etapa del Giro de Italia, entre Biella y Champoluc, de 166 km, en la que el mexicano Isaac del Toro retuvo una 'maglia' rosa que defenderá en la jornada montañosa del sábado ante el ecuatoriano Richard Carapaz.
En la primera gran etapa de montaña del fin de semana se unió a la fiesta Nicolas Prodhomme (L'Aigle, 28 años), un escalador que atacó en la subida al Col de Joux para lanzarse a una aventura en solitario que desembocó en felicidad. Se estrenó en el Giro, marcando en meta 4h.50.35, a una media de 34,3 km/h.
A 58 segundos, y tras un duelo iniciado por Carapaz, llegaron Del Toro y el ecuatoriano, con un premio de 6 y 4 segundos de bonificación, respectivamente. El mano a mano supuso un 'palo' de medio minuto a un rival común, el británico Simon Yates, quien no pudo entrar en la refriega de los favoritos.
Del Toro y Carapaz se jugarán el Giro este sábado en las pendientes de Le Finestre, un superpuerto que puede dar la gloria o la miseria. Una etapa tremenda a la que llega el mexicano con 43 segundos de ventaja sobre Carapaz, y ya de 1.21 sobre Yates. Más alejados, el colombiano Egan Bernal es sexto a 5.13 y su compatriota Einer Rubio octavo a 6.39.
Jornada con etiqueta de clave, de pura montaña, con 5 puertos, 3 de primera, uno de segunda y un tercera, un 'etapón' con casi 5.000 metros de desnivel acumulado apto para que cada uno se explicara conforme a sus objetivos y fuerzas. Nada más comenzar en Bielle, en los prealpes del Pimante, la carretera se levantó para afrontar como aperitivo la Croce Serra (3a, 11,3 al 4,6).
El pelotón ya estaba roto subiendo el Col de Tzecore, el más difícil del día, un primera de 15,8 km al 7,7 por ciento. En la fuga muchos habituales: Pedersen, Van Aert, Pello Bilbao, Verona, Bardet, Arrieta, Scaroni.... nada preocupante para los favoritos, en la cima a 3 minutos de cabeza de carrera, impasibles.
Por las pendientes de 16,2 km al 7,2 por ciento del Col de Saint Pantaleon la fuga iba adelgazando. Verona, Arrieta, Tiberi y Prodhomme pasaron en cabeza. El ritmo impuesto por el Visma de Simon Yates permitió al grupo principal coronar a 2.15 minutos, un síntoma de que la aventura lo iba a tener imposible.
En la cima, y después de haber disfrutado fugazmente de la 'pirámide' del Monte Cervino, el italiano Fortunato ya era rey de la montaña del Giro, con la condición de terminar el domingo en Roma. La fuga a lo suyo, la alta jerarquía reducida a un grupo de 25 que llegó al pie del Col de Joux (1a, 15,3 al 6,9) a 3.15 de la avanzadilla.
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Puerto largo, calor, muchos bidones vaciados en las quemadas espaldas de los corredores y tácticas guardadas. Todo por resolver a 35 km de meta. A 5 de la cima, el UAE se puso a desbrozar el camino. La marcha impuesta por los hombres de Del Toro anuló a Verona, a Pellizzari, y se fueron por Prodhomme, quien soñaba en solitario con la gloria en Champoluc.
Del Toro llegó en carroza a la cima, escoltado siempre por McNulty y Majka. Nadie se movió. Solo Carapaz, para muchos favorito para vestir de rosa el domingo en Roma, se atrevió con un arreón que fue sofocado de inmediato por Del Toro y Simon Yates.
Mientras Prodhomme volaba hacia meta, Carapaz volvió a gastar un cartucho a 2 km de la cima de Antagnod (2a, 9,5 km al 4,7), a 5 de meta. Un ensayo que encontró respuesta en Del Toro, pero no en Yates, quien optó por no cebarse y regular su marcha. El mano a mano entre el ecuatoriano y el mexicano ya era un hecho a 6 km de meta.
Duelo con cita en 24 horas. El Giro se decidirá este sábado. Del Toro, quien atacó a Carapaz a 400 metros del final para asegurar una bonificación 2 segundos superior a la de su rival, jugó a la defensiva y dejó clara su capacidad para defender la 'maglia' rosa. Bien protegido por su equipo, respondió al ecuatoriano ante sus intentos de resolver la carrera a su favor.
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En Champoluc, a 1.568 metros de altitud, la localidad más importante del Valle de Aosta, en el norte de la 'bota' italiana, quedó escrita una cita que puede pasar a la historia. El ascenso a Le Finestre, cima Coppi, a más de 2.000 metros sobre nivel el mar, y con tramo de 'sterrato' incluido, será el escenario para que cada uno queme sus naves. La fuerza de Del Toro ante la bravura de Carapaz. La jornada promete.
Este sábado se disputa la vigésima etapa, entre Verrès y Sestrière, de 205 km de recorrido. Jornada decisiva para la 'maglia' rosa y puestos del podio, última oportunidad para los escaladores con 4 puertos en el trayecto. Como aperitivo el alto de Corio (4a, 6,5 km al 3,7).
En mitad de recorrido ascenso al Colle del Lys (2a, 13,7 km al 4,2), que dará paso al gigante de la etapa y del Giro, el Colle delle Finestre (categoría especial, 18,4 km al 9,2), y para terminar el ascenso a Sestriere (3a, 16,3 km al 3,8). En la cima saldrá la foto definitiva del Giro 2025.
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