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Hay muy pocas personas en el planeta que pueden hacer que el mundo se detenga por un momento, una de ellas es Linda Caicedo. La vemos en cada partido como una ráfaga de velocidad que se desliza entre rivales, la belleza en la dinámica de su movimiento, su cuerpo al límite, ir demasiado lejos.
Esa habilidad que nos deslumbra, para esta joven jugadora de 17 años, es solo diversión en la cancha. La hierba crece, los pájaros vuelan, Linda Caicedo juega bello al futbol.
Lo único que siempre quiso ser fue jugadora de fútbol profesional y se arrepentiría de no haber hecho lo suficiente para lograrlo. Comenzó en el América de Cali, quería salir y jugar bien, y apareció con todo su esplendor.
Of course it was Linda Caicedo.#U20WWC | #VamosJuntas pic.twitter.com/QdqDcheM8X
— FIFA Women's World Cup (@FIFAWWC) August 17, 2022
Recibió el balón fuera del área, un relámpago de regateo y velocidad para dejar a tres jugadoras atrás y sacó un remate a ras de piso. El día en que el tiempo se detuvo con ese gol fue el 14 de junio de 2019, su primer tanto como profesional.
“Ella prácticamente desde que estaba en el vientre yo creo que ya empezó a interesar en el futbol. Cuando ella nació, hacía un arco con unos tarros, tirando el tetero y se iba gateando, volvía. Cuando tenía 4 años empezó a entrenar y en los diciembres nos pedía guayos y un balón”, así recuerda Herlinda Alegría, la mamá de Linda como su destino de jugar futbol era inevitable.
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