El Tottenham no falló en su oportunidad de asaltar la cuarta plaza de la Premier League y ganó con comodidad al West Ham (2-0), muy gris y superado con los tantos de Emerson Royal y de Son Heung-Min, que se reivindicó tras iniciar el choque entre los suplentes en favor de Richarlison.
La temporada irregular del Tottenham, quinto antes del inicio de su partido después de perder la pasada jornada contra el Leicester, necesitaba un respiro en el derbi del norte de Londres.
De antemano, sufrió un sobresalto con la ausencia de su entrenador, Antonio Conte, operado de una vesícula biliar. Su sustituto, Cristian Stellini, arriesgó con una decisión consensuada con su jefe: sentó en el banquillo a Heung-min Son y dio entrada a Richarlison, suplente desde que regresó del Mundial de Qatar.
La jugada era arriesgada, aunque es cierto que Heung-min Son no está en un buen momento. El coreano está lejísimos de los 24 tantos que marcó la temporada pasada. Acumula ocho y parece que ni se acercará a esa cifra. No era suplente desde el pasado 1 de noviembre, cuando vio desde el banquillo el encuentro que su equipo ganó 1-2 al Marsella en la Liga de Campeones.
Pero el Tottenham no estaba para individualidades, aunque sí tenía una que celebrar, porque Harry Kane fue homenajeado antes del encuentro por convertirse en el máximo goleador histórico de los 'Spurs' tras superar a Jimmy Graves con su tanto número 267. El delantero recogió una bota conmemorativa mientras en un tifo impresionante lucía su nombre en uno de los fondos del Tottenham Hostpur Stadium.
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Enfrente, el West Ham, necesitado de puntos para abandonar los puestos de descenso, iba a vender cara la derrota. Sin mucho esfuerzo, aguantó una primera parte gris en ambos bandos, incapaces de generar absolutamente nada excepto dos intentos sobre la bocina de Richarlison y de Clement Lenglet. Uno acabó detenido por Luskasz Fabianski y el otro, un cabezazo del francés, se marchó por encima del larguero.
El tedio duró el tiempo que necesitaron para conectar Lenglet, Ben Davies y Emerson Roayl. A los 56 minutos, el público del Tottenham celebró un buen gol del brasileño cimentado en dos pases perfectos. El primero, de Lenglet sobre Davies, que rompió todas las líneas del West Ham y, el segundo de Davies sobre Emerson Royal, que sólo tuvo que rematar bien a portería para abrir el marcador.
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Entonces, Stellini quiso dar cariño a Heung-min son y retiró del terreno de juego a Richarlison, que no anduvo muy acertado. El coreano respondió enseguida, cuatro minutos después de pisar el césped, después de aprovechar una asistencia de Kane para sentenciar el encuentro.
Su tanto cerró un choque sin mucha historia. El West Ham, en ningún momento tuvo opciones de llevarse el derbi del norte de Londres y sucumbió ante la efectividad del Tottenham, que con mayor dominio y pegada sumó tres puntos con los que alcanzó las posiciones de Liga de Campeones. Superó al Newcastle, con un partido menos, derrotado esta jornada por el Liverpool (0-2) y que sólo está un punto por debajo. La pelea, está servida.
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