de recomendaciones para diferenciar las monedas verdaderas de las falsas.
Por ejemplo, el color de la moneda falsa no corresponde ni en tonalidad ni en brillo a la original, la superficie de la moneda falsa es porosa y presenta imperfecciones. Adicionalmente, la definición de los grabados de la moneda falsa es burda y los textos no son legibles, además es más liviana que la auténtica.
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