
Colombia quiere venderle electricidad a Venezuela pese a líos técnicos y jurídicos
El Gobierno está a punto de darle luz verde a una regulación que habilita conexiones internacionales que han estado inactivas por más de ocho años.

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El Gobierno colombiano quiere venderle energía eléctrica a Venezuela, y una de sus oficinas está a punto de ultimar los detalles para que esto pueda ocurrir, a pesar de que existen dudas sobre los líos técnicos y jurídicos relacionados con unas conexiones que no se han utilizado en más de ocho años.
Colombia y Venezuela tienen tres conexiones internacionales: Cuestecitas-Cuatricentenario, San Mateo-Corozo y Puerto Páez-Puerto Carreño. Todas están en desuso desde, al menos, 2016, cuando las exportaciones de electricidad a Venezuela cayeron por debajo de 1 gigavatio, debido a la compleja situación de ese país y a las sanciones impuestas por Estados Unidos. Desde 2019, ni siquiera es posible usarlas, ya que se cancelaron las fronteras comerciales.
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Actualmente, el Gobierno está interesado en reactivar las conexiones con Venezuela y las subestaciones en desuso.
Las interconexiones internacionales con Venezuela no se encuentran en estado operativo en la actualidad, pero son de suma importancia para la realización de intercambios de energía con este país, ante un mercado energético regional creciente, con necesidades de interconexión y complementariedad. Por lo que resulta estratégico implementar acciones transitorias para dar un máximo aprovechamiento a la infraestructura construida y susceptible de ser puesta en operación, mientras se realiza la adecuación y/o normalización técnica de la infraestructura eléctrica, conforme a la regulación
Actualmente, la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), otra dependencia del Gobierno, está analizando los comentarios a una resolución que permitiría asignar capacidad de transporte a proyectos que deseen conectarse a esas subestaciones con el objetivo de exportar electricidad. La resolución establece un proceso relativamente ágil para el trámite de estas solicitudes.
Sin embargo, aún falta camino por recorrer antes de que el país pueda venderle electricidad a Venezuela.
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Por ejemplo, el Centro Nacional de Despacho en Colombia tendría que firmar un acuerdo operativo con su homólogo en Venezuela y, según fuentes del sector, se requieren obras de mantenimiento, especialmente en la línea Cuestecitas-Cuatricentenario.
No obstante, el mayor obstáculo tiene que ver con las sanciones al régimen venezolano. Cualquier empresa colombiana que negocie con compañías incluidas en la Lista Clinton podría terminar con problemas ante la OFAC y ser incluida también en dicha lista.
Las sanciones de la OFAC son la principal razón por la que Ecopetrol mantiene en stand by su interés en comprarle gas a PDVSA. En repetidas ocasiones, el presidente de la compañía, Ricardo Roa, ha señalado que el gas venezolano podría ayudar a Colombia a resolver su problema de suministro, mientras avanza el megaproyecto de gas Sirius.
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