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La pandemia disparó el desempleo en Colombia, pero el mercado laboral femenino vive una auténtica recesión, según un estudio del Banco de la República.
Para empezar, los salarios de las mujeres se desplomaron mucho más que los de los hombres desde que todo comenzó. Por ejemplo, las madres cabeza de hogar sufrieron caídas de ingreso 51% más altas que las de los hombres.
Por si fuera poco, el mercado laboral se encogió. No solo hay menos oportunidades de trabajo para ellas, sino que además la informalidad del trabajo femenino aumentó un punto por encima de la de los hombres. "En el caso de las mujeres, quizá estén dispuestas a aceptar salarios inferiores en trabajos más flexibles, e informales, donde pueden llevar el peso de los cuidados del hogar que recaen fuertemente en ellas", indica el estudio.
Y es que el cierre de colegios y guarderías disparó la carga de trabajo doméstico para las mujeres. Aunque ambos géneros trabajan casi el mismo número de horas al día, ellas terminan con la carga del trabajo no remunerado.
Según la entidad, hay una caída en escalera. Algunas mujeres conservan su empleo a cambio de una rebaja de salarios, otras son desplazadas de empleos formales a otros de menor calidad, la competencia por esos trabajos informales aumenta y muchas terminan desempleadas. Colombia es de hecho uno de los países con las mayores tasas de desempleo femenino y con las mayores brechas de género.
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Ahí no termina todo: después del desempleo viene la inactividad. En medio de las menores oportunidades, muchas mujeres dejan de buscar trabajo y en 6 de cada 10 casos se quedan con los oficios (no pagados) del hogar.
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