Un total de 2.6 millones de trabajadores entre peluqueros, meseros, comerciantes, guías turísticos y empleadas del servicio, entre otros, están en riesgo de caer en la pobreza en medio de la pandemia porque sus oficios no pueden hacerse mediante teletrabajo y tampoco están recibiendo ayuda.
"Si el aislamiento se prolonga un grupo muy grande de personas, cerca de tres millones, están en una condición en sectores muy complejos donde las personas no van a recibir ni el subsidio de ingreso solidario ni el soporte del Gobierno al pago de un salario porque están en la informalidad", advirtió el exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
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El subsidio a la nómina anunciado por el Gobierno solamente se pagará a empleados formales lo que deja por fuera a quienes trabajan por un salario sin tener las prestaciones de ley (como la salud o la pensión) o a quienes trabajan por cuenta propia sin un salario fijo.
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Según los cálculos que Cárdenas presentó en la Comisión Primera del Senado, esto deja por fuera a la mayoría de los propietarios de establecimientos de comercio, empleadas del servicio y vendedores ambulantes.
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La propuesta para evitar el colapso de estos trabajadores y sus familias es ir permitiendo que reanuden sus actividades y crear programas de ayuda durante varios meses. Esto teniendo en cuenta que incluso, después de que puedan reabrir negocios como las peluquerías o los restaurantes,tendrán que operar a media marcha.
El Gobierno también tiene el reto de llegar con ayudas a 1.9 millones de hogares vulnerables que hoy no reciben apoyos directos.
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