El rock colombiano y Superlitio, un camino que se construye desde los corazones
Originarios de Cali, pero con la esencia de todo el país, esta banda ha trascendido por generaciones gracias a sus ritmos que permiten crear puentes de emociones.
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Formada en 1996 en Cali con Pedro Rovetto (bajo), Alejandro Lozano (guitarra), Salvatory Aguilera (batería), Pipe Bravo (teclados) y Mauricio Campo (vocalista), que tiempo después recibió a Armando González y Dino Leandro Agudelo, Superlitio se convirtió en esa banda que representan la esencia pura del rock colombiano forjado desde el crecimiento de calle y pasión por el pueblo.
La banda caleña Superlitio, con más de dos décadas de trayectoria, habló en Blu Radio sobre el presente del rock en Colombia, la importancia de Bogotá en su historia y los retos que aún enfrenta la industria musical nacional. Con diez discos a cuestas y una conexión intergeneracional que se ha fortalecido con los años, el grupo reafirma que sigue vigente y con proyectos que buscan dejar huella.
“Nuestra fanaticada más grande está aquí. Para mucha gente somos una banda bogotana, y eso es bonito porque la ciudad nos abrió las puertas y nos permitió crecer como artistas de conciertos de gran escala”, señalaron.
La capital, dicen, se ha convertido en un eje del rock colombiano, un espacio donde confluyen generaciones enteras: padres, hijos y hasta abuelos cantando las mismas canciones. “Eso es lo que más nos enorgullece: haber logrado que nuestra música se vuelva parte de la vida de las personas, de sus recuerdos familiares”, explican.
Superlitio ha resistido el paso del tiempo gracias a una mezcla de amistad y compromiso: “En el fondo somos hermanos de la vida. La banda nos da un sentido de estabilidad y familiaridad. Disfrutamos hacer música juntos, inventarnos cosas nuevas, y eso nos mantiene vigentes”.
Esa constancia ha sido también un ejemplo frente a una industria donde, según ellos, muchos buscan gratificación inmediata y olvidan que la música es también cultura, identidad y paciencia.
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Para los músicos, el panorama ha mejorado frente a los noventa, cuando el rock aún era un concepto difuso en el país. Sin embargo, reconocen que el género sigue enfrentando un reto: la falta de identidad local y de apoyo masivo.
“En Colombia seguimos consumiendo más lo extranjero. El urbano y lo popular han logrado consolidar identidad, pero al rock aún le falta ese proceso. No se trata de escuchar lo nacional solo por serlo, sino porque realmente te identifiques con ello”, explican.
Aun así, destacan que hay una nueva generación de bandas que están construyendo camino y que el relevo generacional asegura futuro para la escena.