
Esteban Valdés, hijo del querido comediante mexicano Ramón Valdés, conocido por su icónico papel de Don Ramón en El Chavo del 8, reveló detalles íntimos sobre la salida de su padre del programa y el distanciamiento con Florinda Meza, viuda de Roberto Gómez Bolaños.
En recientes declaraciones, Esteban abordó uno de los temas más polémicos en la historia del exitoso programa de televisión creado por “Chespirito”: la supuesta influencia de Florinda Meza en la salida de su padre del elenco.
Según él, algunas actitudes de Meza generaron tensiones que afectaron la relación entre los integrantes del equipo y, eventualmente, impactaron en la decisión de Ramón Valdés de alejarse del programa.
A mi papá no le importaba ganar miles de dólares si no estaba a gusto en un trabajo. Hay quien lo hace y dice me aguanto al jefe o a la jefa y es su decisión. A principios de los 80 ya tenían una relación Roberto con Florinda y cuando ese romance esta aceptado, se tomó atribuciones en los que ya se pasaba de la raya y Roberto no decía nada y a mi papa no le gustó y renunció de buena manera
Incluso, en redes y entre seguidores del show, Meza ha sido apodada “la Yoko Ono del Chavo del 8”, en alusión al impacto que muchos creen que tuvo en la dinámica del grupo.
Esteban también compartió cómo la fama cambió temporalmente la vida de su familia, llevándolos “de no tener nada a empezar a tener”. Pese al éxito y los lujos momentáneos, aseguró que su padre siempre se mantuvo humilde: “Pasamos de tortillas de harina a caviar y champán, pero mi papá siempre tuvo los pies en la tierra”.

Sobre la relación con Gómez Bolaños, Esteban recordó que ambos se conocieron en 1958 durante la filmación de Tres lecciones de amor. Años después, el creador de El Chavo del 8 lo invitó personalmente a integrarse al elenco de Los supergenios de la mesa cuadrada, y posteriormente le ofreció el personaje que lo haría inmortal: Don Ramón. La única condición fue clara: “No cambies, no actúes. Sé tú”.
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Los últimos años de Don Ramón
Ramón Valdés murió el 9 de agosto de 1988 a los 64 años, víctima de un agresivo cáncer. Según su hijo, los médicos le habían dado apenas seis meses de vida debido al avanzado estado de la enfermedad, relacionada con su fuerte adicción al cigarrillo. No obstante, vivió tres años más.
Esteban confesó que la familia optó por no informarle a su padre sobre el diagnóstico completo ni permitirle someterse a quimioterapia o radioterapia. Durante sus últimos años, recibió cuidados paliativos y, en las dos últimas semanas de vida, fue sedado para aliviar el dolor.
Un legado que no se borra
A pesar de las controversias, la figura de Don Ramón sigue siendo una de las más queridas de la televisión latinoamericana. Su autenticidad, carisma y estilo inconfundible lo convirtieron en un personaje entrañable para generaciones de fanáticos. La memoria de Ramón Valdés continúa viva, más allá de los conflictos, como símbolo del humor y el corazón del vecindario más famoso de América Latina.