Grupos radicales utilizaron una ONG para reclutar jóvenes en filas de encapuchados

BLU Radio conoció que uno de los capturados durante la operación ‘San Francisco’, que develaría el pago a personas para provocar vandalismo en las marchas, trabajaba con la ONG.Para las autoridades, alias ‘Rabelo’ trabajaba con una ONG defensora de derechos humanos, pero, según fuentes de inteligencia, su trabajo era tener acceso a comunidades de escasos recursos que hacían parte de esa organización y, aprovechando la situación de vulnerabilidad, habría logrado reclutar varios jóvenes aparentemente a cambio de dinero en efectivo.Las autoridades también tienen identificado a ‘Rabelo’ como el responsable de movilizar artefactos explosivos improvisados a través de su entorno familiar. Estos elementos dentro de la protesta social habrían sido utilizados contra la fuerza pública en medio del vandalismo que se desató en algunas movilizaciones.Le puede interesar: Desde Venezuela, disidencias están financiando desmanes de protestas en ColombiaAdemás, alias ‘Rabelo’ tiene una historia oculta que revelaron las autoridades. Su padre fue exguerrillero de las Farc y duró siete años en la cárcel por el homicidio de un excongresista. Sin embargo, recuperó su libertad en el año 2017, cuando se acogió a la Jurisdicción Especial de Paz.Por ese pasado es que la fuerza pública ahora vincula a alias ‘Rabelo’ como el hombre de confianza de Diego Camilo Beltrán Márquez, alias ‘Alejandro’, excabecilla ideológico y de masas del Frente Séptimo de las disidencias de las Farc, quien habría coordinado alteraciones durante la protesta social con alias ‘Franco’.Alias ‘Franco’ era estudiante de tercer semestre de Trabajo Social y, según las fuentes consultadas por BLU Radio, estaba a cargo de desplazar a los jóvenes reclutados hasta el estado de Apure, en Venezuela, para formarlos de manera política, inteligencia delictiva y elaboración de artefactos explosivos no convencionales. Además, ‘Franco’ supuestamente tenía que documentar las alteraciones durante las movilizaciones en Bogotá, para después ser presentadas a cabecillas de las disidencias.