
En una conmovedora ceremonia en la Plaza de San Pedro, el cardenal Battista Re presidió la homilía durante el funeral del papa Francisco, destacando el legado de un pontífice que tocó "mentes y corazones" con su intenso ministerio. Ante una multitud de fieles, líderes religiosos y delegaciones internacionales, el cardenal recordó las últimas imágenes del papa, quien, a pesar de su frágil salud, impartió su bendición pascual con serenidad y entrega.
Con emoción, el purpurado concluyó su mensaje dirigiéndose directamente al difunto pontífice: "Querido papa Francisco, ahora te pedimos a ti que reces por nosotros", pidiendo su intercesión desde el cielo.
La existencia humana no termina en la tumba, sino en la casa del Padre
En su homilía, el cardenal Re evocó la fe cristiana como consuelo ante la pérdida:
"En esta majestuosa plaza de San Pedro, en la que el papa Francisco ha celebrado tantas veces la Eucaristía y presidido grandes encuentros a lo largo de estos 12 años, estamos reunidos en oración en torno a sus restos mortales con el corazón triste, pero sostenidos por las certezas de la fe, que nos asegura que la existencia humana no termina en la tumba, sino en la casa del Padre, en una vida de felicidad que no conocerá el ocaso".
Agregó que la masiva manifestación de afecto en estos días refleja el profundo impacto del pontificado de Francisco, quien "tocó mentes y corazones".
"Pedro, ¿me amas más que estos?": la misión de un pastor
El cardenal Re citó el Evangelio de Juan para subrayar el servicio del papa Francisco como sucesor de Pedro:
Nos ilumina y guía la página del Evangelio, en la cual resonó la misma voz de Cristo que interpelaba al primero de los Apóstoles: ‘Pedro, ¿me amas más que estos?’. Y la respuesta de Pedro fue inmediata y sincera: ‘Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero’. Y Jesús le confió la gran misión: ‘Apacienta mis ovejas’
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Destacó que, siguiendo el ejemplo de Cristo, Francisco sirvió "con fuerza y serenidad, cercano a su rebaño", incluso en medio de su fragilidad.

Un pontificado marcado por la misericordia y la fraternidad
El cardenal Re repasó los ejes centrales del ministerio de Francisco:
- La Iglesia como "hospital de campaña": "Una Iglesia determinada y deseosa de hacerse cargo de los problemas de las personas y los grandes males que desgarran el mundo contemporáneo."
- Defensa de los marginados: desde su primer viaje a Lampedusa hasta su histórica visita a Irak, el papa "compartió las preocupaciones, los sufrimientos y las esperanzas de nuestro tiempo".
- La cultura del encuentro: frente a la "cultura del descarte", promovió la fraternidad, plasmada en encíclicas como Fratelli tutti y Laudato si’.
- Un llamado incansable a la paz: "La guerra siempre deja al mundo peor de como era en precedencia: es para todos una derrota dolorosa y trágica."
- "No se olviden de rezar por mí": un último abrazo al mundo
Recordando las palabras con las que Francisco solía despedirse, el cardenal Re cerró su homilía con una petición emotiva:
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"Querido Papa Francisco, ahora te pedimos a ti que reces por nosotros y que desde el cielo bendigas a la Iglesia, bendigas a Roma, bendigas al mundo entero, como hiciste el pasado domingo desde el balcón de esta Basílica en un último abrazo con todo el Pueblo de Dios".
Con estas palabras, la Iglesia despidió a un pastor que, hasta el final, vivió el Evangelio con "calidez humana y profundamente sensible a los dramas actuales".