En los últimos años, la inteligencia artificial ha ganado relevancia en todo el mundo, y muchas personas la utilizan en su día a día, especialmente ChatGPT, una herramienta que para muchos simplifica la vida al responder diversas preguntas.
En relación a ChatGPT, se dio a conocer un caso en el que ayudó a diagnosticar la enfermedad de un niño llamado Alex, que tenía 4 años en 2020. El niño comenzó a experimentar varios síntomas que afectaron significativamente su salud: dolores en el cuerpo y fatiga, además de rechinar los dientes y morder a menudo. Su madre lo llevó al médico en varias ocasiones, pero ninguno pudo determinar cuál era su enfermedad.
Su pediatra no encontró ninguna causa aparente, por lo que decidieron consultar a un dentista. Este último los derivó a un ortodoncista, quien sospechaba que un problema en la mandíbula podría estar afectando su respiración durante el sueño.
A pesar de que uno de los médicos que consultaron logró aliviar temporalmente los dolores de Alex, esta mejoría fue efímera y sus síntomas empeoraron con el tiempo. Los intensos dolores de cabeza se hicieron cada vez más frecuentes, y la familia notó que el niño no se desarrollaba de acuerdo a su edad.
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En total, Alex visitó a 17 médicos con la esperanza de obtener un diagnóstico claro para su enfermedad. Cada especialista ofrecía una perspectiva diferente, pero ninguno de los tratamientos proporcionados parecía ayudar al niño. Frustrada y desesperada por ayudar a su hijo, Courtney decidió recurrir a ChatGPT.
ChatGPT diagnosticó la enfermedad
Courtney optó por un enfoque gradual, ingresando en ChatGPT todos los síntomas de su hijo y proporcionando detalles sobre los resultados de las resonancias. Como es habitual, la inteligencia artificial formulaba preguntas adicionales, a las cuales ella respondía con la información disponible.
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Finalmente, la pantalla de la computadora arrojó un diagnóstico: síndrome de la médula anclada. Los niños con esta enfermedad presentan síntomas como dolor de espalda y piernas, entumecimiento en los pies y dificultades para caminar.
El síndrome de la médula anclada se trata mediante cirugía, pero lamentablemente la familia del niño había perdido un tiempo valioso. Afortunadamente, una vez que la neurocirujana confirmó el diagnóstico de ChatGPT, pudieron comenzar a considerar el tratamiento adecuado, según reveló el medio Today.
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