En una declaración emitida este miércoles, las autoridades estadounidenses reconocieron los desafíos que enfrentan en la reconstrucción del puente de Baltimore, colapsado tras la colisión de un carguero en la madrugada del martes. El secretario de Transporte de Estados Unidos, Pete Buttigieg, destacó que la tarea por delante no será rápida, fácil ni económica, pero aseguró que "lo lograremos".
Buttigieg, acompañado del vicealmirante Peter Gautier, subcomandante de operaciones de la Guardia Costera de los Estados Unidos, hizo estas afirmaciones durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca tras reunirse con el presidente Joe Biden. El presidente aseguró el pleno respaldo de su administración al proceso de recuperación y reconstrucción.
El Departamento de Transporte delineó cuatro prioridades: restablecer el puerto, abordar las interrupciones en la cadena de suministro mientras se reabre el puerto, reconstruir el puente y gestionar las implicaciones para el transporte terrestre durante la recuperación.
La Guardia Costera, en colaboración con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, se encargará de la limpieza del canal y la reapertura del puerto para restaurar su pleno funcionamiento.
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Se expresó preocupación por el impacto económico local, con alrededor de 8,000 empleos directamente relacionados con las actividades portuarias, así como por las repercusiones más amplias en la región.
El puerto de Baltimore es crucial tanto para las importaciones como para las exportaciones, y es el principal puerto de manipulación de vehículos en Estados Unidos.
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El incidente, que involucró al portacontenedores Dali chocando contra el puente Francis Scott Key, ocurrió alrededor de la 1:30 a.m. del martes, causando el colapso de gran parte de la estructura en segundos.
Se reportó la trágica pérdida de al menos seis trabajadores de una empresa de reparación del puente, todos ellos de origen latinoamericano, mientras continúan las operaciones de rescate.
Las causas del accidente están siendo investigadas por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), una entidad independiente del Gobierno estadounidense encargada de investigar accidentes.
Se ha señalado que el puente, construido en la década de 1970, no estaba diseñado para resistir el impacto directo de un buque de las dimensiones del Dali, que pesa alrededor de 200 millones de libras, una carga mucho mayor que los buques de carga de la época en que se construyó el puente, según el secretario.
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Gautier enfatizó la prioridad del presidente de poner en funcionamiento el puerto lo antes posible, y por ello, la principal tarea de la Guardia Costera es restaurar la vía fluvial para el transporte marítimo y retirar los restos del barco.
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