Fingió que su bebé había desaparecido y las autoridades encontraron lo peor

Brasil está conmocionado por la muerte de la bebé Ana Beatriz, cuyo cuerpo fue hallado sin vida el 15 de abril dentro de un armario en la vivienda de su madre, Eduarda Silva de Oliveira, en el municipio de Novo Lino, estado de Alagoas. La tragedia se ha visto agravada por las múltiples versiones falsas que ofreció la madre a las autoridades, lo que dificultó por varios días la búsqueda de la menor.

La desaparición de la bebé fue reportada el 11 de abril. Desde entonces, Eduarda cambió su testimonio en al menos cinco ocasiones, generando confusión entre los investigadores. Inicialmente afirmó haber sido interceptada por un automóvil negro, desde el cual varios sujetos armados le habrían arrebatado a su hija. Esa versión fue rápidamente descartada tras revisar cámaras de seguridad que no mostraban ninguna evidencia del supuesto secuestro.

En los días siguientes, Eduarda ofreció otras versiones igualmente contradictorias: que una mujer armada le quitó a la bebé desde el asiento trasero de un automóvil; que fue amenazada con un cuchillo; que dos hombres la abordaron a pie en la carretera; e incluso que fue víctima de una agresión sexual antes del presunto rapto. Sin embargo, los exámenes médicos practicados a la mujer no evidenciaron signos de violencia sexual, lo que restó credibilidad a su testimonio.

La investigación tomó un giro decisivo cuando la propia madre reveló el lugar donde se encontraba el cuerpo de la bebé: un armario ubicado en la parte trasera de su domicilio. A partir de este hallazgo, la Policía Civil de Alagoas abrió una investigación por homicidio.

“Toda la información fue proporcionada por la madre de la niña y, dadas las diversas contradicciones que hizo, descartamos el secuestro en cualquiera de las formas que mencionó”, declaró el delegado João Marcello.