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El municipio de Gemona del Friuli, en el norte de Italia, vive días de conmoción tras conocerse uno de los crímenes más estremecedores de su historia reciente.
Alessandro Venier, un hombre de 35 años, fue encontrado sin vida, desmembrado y oculto dentro de un bidón metálico cubierto con cal viva.
El macabro hallazgo tuvo lugar en el sótano de la vivienda familiar que compartía con su madre, Lorena Venier, y su pareja sentimental, la colombiana Marylin Castro Monsalvo, con quien tenía una hija de apenas seis meses.
En medio de la investigación, Lorena Venier, reconocida jefa de enfermería del hospital local, confesó su participación en el asesinato. “Fui yo, y sé que lo que hice fue monstruoso”, declaró ante el fiscal adjunto, según confirmó su abogado, Giovanni De Nardo, a la agencia Ansa.
La mujer, de 62 años, se mostró visiblemente afectada durante el interrogatorio, reconociendo la crueldad del acto y lo antinatural de haberle quitado la vida a su propio hijo.
La confesión fue acompañada por la admisión de culpabilidad de Marylin Castro, quien también está detenida por su implicación directa en el crimen.
De acuerdo con la reconstrucción preliminar del caso, los hechos se habrían desencadenado la noche del viernes 25 de julio, tras una fuerte discusión doméstica.
Según medios locales como Corriere della Sera, el conflicto surgió cuando Alessandro se negó a colaborar en tareas básicas del hogar, como poner la mesa. Al parecer, el hombre reaccionó con violencia física hacia su madre y su pareja, quienes respondieron de forma desmedida y brutal.
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Los fiscales manejan distintas hipótesis sobre la causa exacta de la muerte: envenenamiento, lesiones por arma blanca, o una combinación de ambas.
El cuerpo fue hallado días después, el 31 de julio, cuando ambas mujeres contactaron a emergencias y permitieron el acceso de los carabineros y bomberos, quienes descubrieron el cadáver oculto en un cobertizo de la casa.
Marylin Castro, de nacionalidad colombiana, había llegado a Italia tras cursar estudios de asistencia socio-sanitaria. En los últimos meses, enfrentaba episodios de depresión posparto y recibía atención en un centro de salud mental local. La hija de la pareja fue puesta bajo custodia de los servicios sociales tras el crimen.
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Lorena Venier, por su parte, era una figura conocida y respetada en Gemona. Había criado sola a Alessandro, luego de que su padre, de origen egipcio, los abandonara sin reconocer legalmente al niño. El alcalde del municipio, Roberto Revelant, expresó su asombro ante los hechos, calificándolos como "desgarradores" y sin precedentes en la comunidad.
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