Padre le quitó la vida a su hijo de dos semanas de nacido en una unidad de cuidados especiales
El hombre de 27 años aprovechó un descuido de las enfermeras para ingresar a la cuna del bebé y luego quitarle la vida.
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Daniel Gunter, de 27 años, ha sido declarado culpable del asesinato de su hijo de dos semanas, Brendon Staddon, tras un juicio de tres semanas en el Tribunal de la Corona de Bristol, en el Reino Unido.
El brutal ataque tuvo lugar en una unidad de cuidados especiales para bebés en el Hospital de Distrito de Yeovil, Somerset, donde el pequeño Brendon fue encontrado en su cuna el 5 de marzo del año pasado.
La fiscalía describió las "lesiones catastróficas" infligidas a Brendon, quien nació el 20 de febrero de 2024. Su cabeza sufrió fracturas y presentaba múltiples contusiones de pies a cabeza, profundos arañazos en el cuello, y fracturas de cuello, mandíbula, piernas, tobillos y muñecas, según detallaron medios como The Mirror y Daily Mail.
Un examen post-mortem concluyó que la muerte de Brendon fue resultado de "impactos de fuerza contundente en la cabeza" con numerosas lesiones no accidentales. La detective inspectora jefa Nadine Partridge, líder de la investigación, afirmó que las lesiones eran "catastróficas" y algo que no había visto en sus 22 años como detective.
En un acto de escalofriante indiferencia, el tribunal escuchó que Gunter salió del hospital a fumar un cigarrillo inmediatamente después de infligir las lesiones fatales, dejando a las enfermeras en un intento desesperado por resucitar a su hijo.
El personal del hospital descubrió la gravedad de las lesiones de Brendon después de que su madre, Sophie Staddon, de 23 años, les dijera que su hijo estaba frío y les pidiera que lo revisaran. Ambos padres fueron arrestados por la policía mientras fumaban en el exterior del centro médico.
Sophie Staddon, la expareja de Gunter, fue absuelta de los cargos de causar o permitir la muerte de un niño y también de asesinato, y fue puesta en libertad. Durante el retorno de los veredictos, una mujer del jurado se mostró visiblemente afectada y lloró, mientras que los acusados no mostraron emoción alguna.
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El caso reveló preocupaciones previas por parte de los servicios sociales y la familia de Gunter sobre la "falta de calidez emocional" que la pareja mostraba hacia el bebé.
Se informó que Gunter mantenía una relación "intermitente" con Staddon y era "violento" y controlador, manejando sus finanzas y con quién podía hablar. Una trabajadora social había visitado a la pareja en enero de 2024 para informarles que las autoridades planeaban retirar al bebé de su cuidado debido a su precaria situación de vivienda, el control de Gunter sobre Staddon, la salud física y mental de ella, y su falta de compromiso; la pareja no mostró emoción ante esta noticia.
En el hospital, Gunter ignoró repetidamente los consejos de las enfermeras, sacando a Brendon de la incubadora sin permiso y estimulándolo en exceso hasta causarle angustia. Su tía, Louise Besica, testificó: "Sentí que no tenía paciencia. Fue muy rudo con él al ponerle el pijama", detalló The Mirror.
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Simon Gunter, abuelo de Brendon, expresó su profundo dolor, lamentando que la familia fue "robada de una vida de recuerdos" del niño. Daniel Gunter ha sido remitido a prisión en espera de su sentencia.