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Estado Islámico se adjudicó atentado en Afganistán donde murieron 34 personas

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) se atribuyó la autoría del atentado suicida que mató este sábado a 33 personas en Afganistán, dijo el presidente...

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afgano Ashraf Ghani, en lo que sería el primero de envergadura de dicho grupo en el país.

 

Al menos 33 personas murieron y más de 100 resultaron heridas este sábado en un atentado suicida frente a un banco en Jalalabad, en el este de Afganistán, cerca de la frontera paquistaní, anunciaron las autoridades locales.

 

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El kamikaze se hizo estallar frente a una sucursal del Kabul Bank, la principal banca privada del país, donde los funcionarios se disponían a cobrar sus sueldos.

 

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"Treinta y tres cuerpos y más de 100 heridos fueron llevados al hospital", afirmó a la AFP el doctor Najeebulá Kamawal, jefe del centro hospitalario provincial.

 

Después del atentado, un periodista de la AFP vio piernas, cabezas y charcos de sangre en el suelo.

 

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Los talibanes afganos del mulá Omar, que no suelen reivindicar los atentados con víctimas civiles, niegan tener nada que ver con este ataque.                

                 

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En una llamada telefónica a la AFP, Shahidulá Shahid, un antiguo portavoz de los talibanes paquistaníes del TTP destituido por haber jurado lealtad al EI, reivindicó el atentado. No se ha podido confirmar sus supuestos vínculos con la organización.

 

"¿Quién ha reivindicado este atentado espantoso en Nangarhar hoy? Los talibanes no han reivindicado este atentado, Daesh ha reivindicado el atentado", declaró posteriormente el presidente afgano, usando el acrónimo árabe del EI, que ha proclamado un "califato" en parte de Siria y de Irak.

 

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En los últimos meses las autoridades afganas expresaron el temor de que un número creciente de yihadistas locales integren el EI, ahora que se abre un periodo de incertidumbre con el final de la misión de combate de la OTAN en Afganistán.

 

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Pero los observadores sospechan que las autoridades quieren abultar la importancia del EI en el país para tener acceso a más ayudas de los países occidentales y atraer la atención de la comunidad internacional sobre Afganistán en momentos en que la OTAN reduce su presencia.

 

"La presencia aquí del EI nunca ha sido confirmada realmente y debemos ser prudentes con la reivindicaciones hechas en su nombre", declaró a la AFP Haroon Mir, un analista afgano especializado en temas de seguridad.

 

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En un vídeo difundido en enero en los foros yihadistas, una decena de exdirigentes talibanes paquistaníes y afganos juraron lealtad al EI y a su jefe, Abu Bakr al Bagdadi.

 

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El portavoz de los talibanes paquistaníes que reivindicó el atentado del sábado no figura entre ellos, aunque se le considera un allegado a Abdul Rauf Khadim, un comandante sospechoso de haberse unido al EI y muerto en febrero en un ataque de dron estadounidense.

 

Si el EI es realmente el artífice del atentado en Jalalabad, "Afganistán deberá prepararse para un verano sangriento, quizá el más sangriento de los últimos 14 años", advirtió Mir.

 

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El atentado de Jalalabad fue cometido en la llamada "temporada de los combates", que coincide con la llegada de las temperaturas primaverales.

 

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Este año las fuerzas afganas se encuentran por primera vez en "la línea del frente" en este periodo, dado que la misión de la OTAN en el país (ISAF) puso fin a sus operaciones en diciembre pasado.

 

La OTAN mantiene sin embargo una fuerza de 12.500 soldados, entre ellos 9.800 estadounidenses, encargados sobre todo de la formación de las tropas afganas.

 

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Entre tanto, el presidente afgano, Ashraf Ghani, intenta convencer a los talibanes del mulá Omar de que participen en un proceso de paz con el objetivo de estabilizar un país enlutado por más de 35 años de conflictos.

 

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Pero, por el momento, los insurgentes se niegan a involucrarse en las negociaciones. Exigen la retirada previa de las fuerzas extranjeras desplegadas en el país y cuyo mandato expira a finales de 2016.

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