La construcción de nuevas aulas educativas para implementar la jornada única en Colombia habría dejado 519 mil millones en detrimento patrimonial al Estado, según un cálculo preliminar de la Contraloría General de la República.
Vea aquí: Inusual que megacolegios hayan quedado en manos de solo dos empresas: Gobierno
Por estos hechos hay una investigación por responsabilidad fiscal contra la exministra Gina Parody y contra Yaneth Giha.
1. Siete de cada diez colegios se hicieron con sobrecostos
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Más de la mitad del impacto fiscal habría venido de un mayor costo por metro cuadrado de los salones que sí se hicieron.
La entidad basó los cálculos en un comparativo entre lo que decían los documentos de política pública y lo que finalmente se contrató o se pagó.
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2. Más de 41.000 niños se quedaron sin salones
Los documentos de la Contraloría señalan que más 1.500 salones de clases quedaron a medio construir o fueron abandonados. El abandono de obras ocurrió en 2 de cada 10 colegios.
3. Colegios que se quedaron sin bibliotecas ni laboratorios
Los ‘megacolegios’ se pensaron para ofrecer un ambiente completo de aprendizaje. A pesar de eso casi la mitad se hizo sin las bibliotecas, laboratorios y espacios escolares que contemplaban los documentos adicionales y los contratos.
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4. Colegios con sobrecostos en las bibliotecas
Los sobrecostos no solo se presentaron en los salones: también fuera de ellos. Eso incluyó cobros de más en obras como muros, tanques de agua, acceso a los edificios, entre otros.
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5. Plata que fue a otras cosas distintas a hacer colegios
La Contraloría investiga por qué los gastos administrativos se dispararon en la Unidad de gestión del FFIE, la entidad que se encargaría de vigilar la ejecución del programa de construcción de los 30 mil salones de clase.
6. Interventoría costosa
Según el ente de control, en algunos casos los pagos a los interventores del contrato superaron el 7% del valor de los contratos, lo que implica que algunos recursos se fueron a los interventores y no a los salones.
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