La Jurisdicción Especial para la Paz avanza en dos frentes de investigación que tocan las fibras más profundas del conflicto armado colombiano: el secuestro, como industria de las Farc, y los falsos positivos que involucran a altos oficiales del Ejército.
Noticias Caracol profundizó en los expedientes para mostrar las dos caras de la Jurisdicción Especial para la Paz.
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El escalofriante relato del coronel testigo de los falsos positivos
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Gabriel de Jesús Rincón Amado, exjefe de operaciones de la Brigada Móvil 15, es hasta ahora el más alto oficial del Ejército en confesar ante la JEP su verdad sobre las ejecuciones extrajudiciales.
“Exigían muertos en combate y, como lo manifestaba el comandante del Ejército (de esa época), tenían que haber litros de sangre, no importaban las capturas, querían muertos en combate a como diera lugar”, dijo el coronel Rincón Amado en su relato ente la JEP en dos sesiones que se llevaron a cabo el pasado mes de noviembre y diciembre de 2018.
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El oficial reveló que se exigía a las unidades que no pasara “ni un día sin combates y más aún sin resultados operacionales, que, en algunos casos, era lo de las muertes extrajudiciales”.
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#InformeEspecial La otra cara es la de los llamados falsos positivos: un coronel se atrevió a dar detalles sobre las ejecuciones extrajudiciales. Su testimonio enloda al excomandante del Ejército el general Mario Montoya https://t.co/yqNEZKp2QB pic.twitter.com/12Bwsbntu9
— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) June 12, 2019
El drama del secuestro y la “humillación de las cadenas”
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Armando Acuña, víctima de secuestro de las Farc, permaneció bajo el poder de la guerrilla durante 22 meses luego de ser retenido en Garzón, Huila, el 29 de mayo de 2009.
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En medio de lágrimas, Acuña calificó como humillante que los secuestrados permanecieran con cadenas en el cuello “atados a postes o árboles como perros”.
“Uno no podía hacer más sino llorar”, dijo.
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Afirmó que estuvo al borde de perder la cordura. “Tuve que decirle incluso a los que custodiaban que al menos me saludaran porque eso de que a uno no le hable nadie, enloquece”.
Agregó que espera que el país entienda que la guerra no tiene cabida “y no tiene por qué tenerla en el país”.
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“Si bien no se han cerrado la brechas de la desigualdad, debemos buscar el camino de la concertación y construir la paz por las futuras generaciones”, dijo.
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