El cónsul de Colombia en San Francisco, Estados Unidos, Elías Ancizar Silva, habló sobre el náufrago colombiano que asegura haber pasado 86 días en altamar luego de naufragar tras zarpar para realizar una faena de pesca programada para 30 días.
El diplomático colombiano aseguró que la labor de la oficina del consulado fue la de brindar asistencia a este hombre, único sobreviviente de los cuatro que inicialmente emprendieron la travesía.
“Yo no tengo dudas, tenemos que obrar positivamente frente a la posición de nuestros connacionales, la posición de asistencia es nuestro deber, no podemos llegar a cuestionar esas acciones”, aseguró Silva.
Así mismo, indicó que la versión que él rescatado entregó a las autoridades es la única que tienen y con la cual verificó datos, y confirmaron la información para poder brindar la asistencia que requería este hombre.
“El 9 de febrero ellos salen de un puerto a una faena de pesca, tenían provisiones por un mes, por alguna razón de clima y viento el bote donde iban se desvió y se les dañó un motor, quedaron a la deriva por 85 días, un barco chino lo rescata en altamar el martes 26 de abril, es información confirmada por el barco”, dijo el náufrago al cónsul.
Según el diplomático, en la versión entregada este hombre indicó que con los 3 compañeros que fallecieron llegaron a un acuerdo que si moría alguno sería arrojado al mar “para no estar con él ahí en la embarcación”.
“Él recopilaba en baldes donde tenía el combustible agua de lluvia, cogía peces, tortugas y algunas aves que atraía con calamares (…) él nos comentó que el capitán se tiró al mar vivo y los otros murieron por deshidratación y otro murió por presión alta y beber tanta agua de mar”, dijo Silva.
Inconsistencias en la versión
The Associated Press reveló este viernes nuevos detalles sobre el naúfrago colombiano que permaneció 85 días en altamar y que el miércoles fue rescatado por el barco mercantil chino “Nikkei Verde”, un buque de 600 pies que lo encontró a 2.000 millas de la costa de Honolulú, en Hawai. Horas después fue entregado a la Guardia Costera de los Estados Unidos, por petición del consulado colombiano en San Francisco.
Su nombre, según AP, es Javier Eduardo Olaya, de 29 años de edad. Es un pescador de la Isla de Malpelo, en el Pacífico colombiano.
Según fuentes consultadas por AP, la embarcación en la que iban jamás fue reportada como perdida. Tampoco se tenía registro de ella en ningún lugar, según información de la Armada de Colombia a la agencia de noticias.
Cuando lo rescataron en altamar el hombre estaba vestido con la misma ropa con la que apareció en las noticias: camisa negra, jeans, tenis negros y gorra de béisbol. Su ropa estaba casi en buen estado al igual que el sujeto que no parecía ni moribundo ni demacrado, asegura AP.