Desde Caquetá, el alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, le dio un ultimátum a los guerrilleros de las Farc que se han desligado del proceso de paz con el Gobierno.
"A los disidentes de las Farc se les está acabando el tiempo de meterse al proceso. Ahí lo que va a quedar después no son disidencias, son organizaciones al margen de la ley que vamos a perseguir con todo el vigor", aseguró.
Jaramillo explicó que en operaciones de la fuerza pública han sido combatidos varios disidentes que eran una amenaza en Policarpa, Nariño.
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Por su parte, el vicepresidente, general Óscar Naranjo, reconoció que el Gobierno aún no está satisfecho con los resultados en materia de seguridad en el país y que tiene activos planes para combatir la criminalidad, el narcotráfico y las amenazas contra los líderes sociales.
"El Gobierno quiere notificar al crimen organizado y decirle que el único camino que tiene es el sometimiento a la justicia o de lo contrario tendrá que enfrentar la persecución militar, policial y judicial", señaló.