Rectores de colegios y universidades, congresistas, asociaciones y fundaciones educativas, entre otros, suscriben esta solicitud que busca el regreso gradual, contextualizado y seguro de la educación en el país.
“Para quienes reconocemos la educación como un derecho fundamental y un servicio esencial, el regreso gradual, contextualizado y seguro de las instituciones educativas del país es un asunto que no admite espera. Los efectos que hemos mencionado son especialmente graves en las instituciones de educación pública, y aún más en las zonas rurales del país que no cuentan con conectividad”, dicen los expertos en la carta.
Por eso proponen 5 puntos para acelerar el regreso a clases y garantizar el óptimo proceso educativo:
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• La comprensión de la educación como un servicio esencial que debe primar en el cupo epidemiológico de cada municipio o ciudad.
• El seguimiento a las recomendaciones impartidas desde el mes de junio por el Ministerio de Educación Nacional, previa concertación con los padres y madres de familia de cada comunidad.
• La puesta en marcha de modelos de alternancia que permitan el regreso gradual de los estudiantes, y que puedan funcionar todos los días de la semana con porcentajes graduales y progresivos de asistencia, previa verificación del montaje de los protocolos de bioseguridad, el suministro de elementos de protección personal y las adecuaciones de infraestructura pertinentes.
• La garantía para los estudiantes que no puedan asistir presencialmente a sus actividades, de poder seguir adelantando sus procesos de formación y aprendizaje desde sus casas.
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• La protección y cuidado de la salud, la estabilidad laboral y el desarrollo permanente de los Maestros, como los actores indispensables que son dentro del proceso educativo de los estudiantes del país.
En la carta hacen revelaciones sobre el impacto comprobado del cierre de las escuelas durante varios meses. Por ejemplo, estimaciones del Banco Mundial, el cierre de las escuelas por cinco meses podría resultar en una pérdida de aprendizaje entre 0.3 y 0.9 años de escolaridad, ajustados de acuerdo a la calidad.
“De acuerdo con cifras del Instituto Colombiano de Neurociencias, y pese a que aún no ha pasado suficiente tiempo para predecir las secuelas psicológicas que ha provocado la pandemia, se estima que el cerramiento de las escuelas ha generado que el 88% de los niños haya tenido alguna afectación en su salud mental y en su comportamiento”, manifiestan.
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