muerto por disparos en un enfrentamiento con la policía la pasada semana, confirmaron a Efe hoy fuentes policiales.
Unas 8.000 personas, de acuerdo al diario Haaretz, participaron en las exequias de Sami al Jaar, fallecido tras recibir un disparo en el estómago durante un registro policial en un incidente bajo investigación.
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Las autoridades locales y partidos árabes habían solicitado la asistencia masiva al funeral y los hechos se desarrollaban con normalidad al principio de la ceremonia bajo la mirada de agentes de la policía locales que mantenían el orden.
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La situación se volvió tensa cuando, según informó a Efe el portavoz de la Policía israelí, Miki Rosenfeld, un grupo "rodeó y lanzó piedras a un vehículo policial que se encontraba en el área en el momento del funeral y se tuvo que llamar a otras unidades para que pudiesen abandonar la zona".
Durante los enfrentamientos, una persona aún sin identificar murió "sin ser herida directamente por la Policía, quizá como resultado de un ataque al corazón", señaló el portavoz, que añadió que una veintena de asistentes y dos agentes policiales fueron heridos. EFE