El plan de Movilidad Urbana, PIMU, que fue adoptado mediante decreto tiene en polémica a los caleños que usan la motocicleta pues en su artículo 55 se plantea la posibilidad de un pico y placa para estos vehículos entre el 2019 y 2022.
Esta medida, según el documento, busca reducir la congestión en la ciudad restringiendo el 20% de las motocicletas a corto plazo, es decir, sacando de circulación unas 41.318 motos diariamente.
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No obstante, el alcalde de Cali, Maurice Armitage, salió al paso a la polémica y aseguró que mientras él sea el mandatario de los caleños no habrá pico y placa para las motos.
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“El pico y placa para motos, mientras yo sea alcalde nunca, va a existir. Yo soy motociclistas y sé la necesidad de la moto en Cali”, dijo Armitage.
“Lo que tenemos que hacer es educar a los motociclistas y no quitarles la moto”, agregó.
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Finalmente, clubes de moteros de la ciudad aseguraron que, se llegarse a implementar la medida, los principales afectados serían quienes utilizan este vehículo para trabajar como los mensajeros y empleados de domicilios.
A su vez, expertos en movilidad indicaron que esto causaría un perjuicio para la ciudad ya que se podría duplicar el número de motocicletas debido a la facilidad que hay a la hora de adquirir estos vehículos.
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